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  • Alpes 2001

Domingo, 1 de Julio

Resumen de lo publicado:
Las naves intelestelares 806 y Laguna han partido del planeta Espagne rumbo a lo desconocido. Una vez han llegado a la estación orbital de Bourg D’Oisans, sus intrépidos tripulantes Antonio “nomesiento” ( que el explique el mote si quiere :-), Faco “lero” ( lero, como frio-lero ), Luis “inflas” ( inflas, como gord-inflas ) y Sergio “nosoyciclolisteroaún” ( como su propio nombre indica ) se disponen a investigar lo desconocido afrontando peligros inimaginables ...


Tras despertarse con un expléndido día, los expedicionarios observan su entorno: extraños habitantes pululan por la estación orbital “camping Le Colporteur”. De aspecto humanoide, son muy altos, finitos, sin pelos en las patas y fibrosos o con más músculos que el guarda - espaldas de Stallone.  Casi todos ellos rubitos, hablando en voz bajita.  ( De las “humanoides” que hable el experto, o sea “nomesiento” :-)

Pues que voy a decir, eran todas feas, gordas y paticortas ...  por lo que cualquier día de éstos, me hago con un diccionario de bable-holandés y emigro a los países bajos ... ;-)

Por contraposición, nuestros protagonistas montan una bulla en el camping que hará que, paulatinamente, la hora de acostarse de los demás pase de las 21:00 iniciales a las 24:00 del viernes noche ( y porque no estuvimos más días, que sino los reconvertimos ).

Como argumento defensivo, surge entre las filas de los “morenitos y peludos” navegantes, un himno que se repetirá hasta el final de la aventura: “CADAVERES”, dicho en mayor o menor volúmen según les toquen más o menos las narices los “nibelungos” :-)

El cuaderno de bitácora del día prevee un viaje a la luna cercana de Los Dos Alpes, el más asequible de todos los desplazamientos de la semana, para posteriormente reconocer uno de los objetivos principales de la misión: el Alpe D’Huez. Como es el primer día tras el largo viaje, los navegantes desean “estirar piernas, pero poco” por si las moscas.

Nuestro primer contacto con las carreteras alpinas.
Sergio y Luis en Lautaret.

Consultando con el ordenador de a bordo, el primero de los objetivos se encuentra a 24 años luz, los cinco primeros llanos, tres posteriores con campos gravitacionales al 6.5, 9 y 7, uno de falso “campo gravitacional”, dos descendentes en agujero negro y el último tramo dificultoso con cifras de 6, 4, 6, 7, 7.5, 2.5, 6.5, 7.5, 7.5, 8 y 6.5.

Deux Alpes

Gord - Inflas, encargado de distribuir el cuaderno de ruta entre los expedicionarios, suelta una risita nerviosa al contemplar que el más sencillo de los destinos ya tiene más de doce años luz de atracción gravitatoria dificultosa para su masa corpórea. Pero en fin, a eso han venido, ¿no?.

Recordando que Faco - lero es un “alien” subiendo, y teniendo en cuenta que Sergio “nosoyciclolisteroaún” tiene 15 añitos y ha venido a probarse, opta por “tutelar” al menor y de paso ir un poco más suavecito, no sea que una descompresión estelar le deje reventado ya el primer día.

La subida se hace más llevadera de lo que parece en un principio.  El paisaje a la llegada es bonito y las infraestructuras del destino Dos Alpes, espectaculares, como casi todas las de la zona.  Una vez arriba, viandas para Faco y Sergio (al “inflas” le sobran por todos los lados :-) y para abajo. Como no encuentran líquido de supervivencia, deciden volver a la estación base para reponerse, donde encuentran a “nomesiento” que se reserva para ocasiones especiales, ante las dificultades técnicas que tiene para ponerse el “traje espacial” y montar su “nave estelar”. Pero “nomesiento”, siguiendo el método nibelungo, opta por acercarse al segundo destino del día, el Alpe, con sus colegas navegantes, para estudiarlo cara a la expedición final.

Más que método nibelungo, era envidia cochina de ver al resto de expedicionarios conquistar lunas alpinas y él quedándose encerrado en la estación base, haciendo de doméstico en el sentido más literal del termino.

Alpe d'Huez

En este punto nos encontramos, con líquidos repuestos, cuando afrontamos el Alpe. Si la primera “luna artificial” del día daba un poco de risa, este es para “escojonarse”: 10.5, 10, 8.5, 9, 8, 7.5, 9.5, 8, 6.5, 11.5, 9, 5. Y eso que, luego, a los intrépidos navegantes este detalle les pareció escaso ( algunos “campos gravitatorios” superaban con creces lo que a priori indicaba el ordenador de a bordo ). Este día tuvo lugar el primer hecho deportivo reseñable de la odisea.

Inflas contempló atónito (no se sabe si por el esfuerzo, el calor o los michelines) como, “nomesiento”, subía todo el Alpe eso, sin sentarse sobre su montura.

Seguramente en viajes anteriores otros expedicionarios habrían ascendido a la luna “D’Huez” más rápido; ciertamente que muchos lo habrán hecho con mejor estilo y pericia pilotando su nave interestelar pedalina; pero dudo mucho que nadie, y digo nadie, haya osado a subirla entera sin sentarse nada en absoluto ( bueno, miento un poquito: un lugareño del planeta D’Huez obtuvo mediante un curioso proceso ingenieril, una imagen en papel de los dos navegantes, dándole un resguardo a “nomesiento”, que, tras cogerlo con la mano y posar por un instante el culo en el sillín, tuvo que meterlo en la boca para ponerse de nuevo en pie, mientras “inflas” esprintaba tras él para sacarle el papel de la boca antes que se lo tragase :-)

Digno de las más épicas aproximaciones a la luna D’Huez, sin duda.

Lo que ocurrió al llegar, casi mejor ni contarlo. Lo haremos porque el gobierno intelesterlar de D’Huez no verá esta pinícula, ya que “nomesiento” puede acabar entre rejas: al llegar,  “nomesiento” e “inflas”, aproximadamente en 100 minutos, Faco - lero les esperaba desde hacía más de quince junto a un hermoso pilón de agua helada. Tras algún que otro recelo, “nomesiento” fue inducido por sus colegas de ascensión a arrimarse al mismo y saciar su ansia de refresco en cierta “innoble” parte que había producido su ascensión “insentable”. Y a fe que se convenció. Se tiró más de un cuarto de hora con el culo dentro del pilón, ante el “escojone” del montón de “guiris” que por allí pasaban. Hubo hasta peligro de colisión entre vehículos de cuatro ruedas, al quedarse mirando la escena, que el navegante Faco - lero se encargó de inmortalizar en imagen que pronto nos mostrará, espero.

Al refresco siguió la bajada y la retirada a la estación orbital a reponer fuerzas para próximas aventuras, que narraremos en los siguientes capítulos ...

 

Tradicionales fotos de recuerdo,
una vez coronado el Alpe d´Huez

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