Prólogo
Cambiemos la prehistoria por el año 1998; el desierto de Kubrik por una sala de hospital; en lugar de monos, tenemos a dos primos ( tanto por relaciones familiares como por lo de “primos”, como luego se demostrará ). Bueno, este último punto no es muy relevante porque, a fin de cuentas, el mono sí que lo hacemos igual.
Pues eso, tras algo más de cuatro años de gélidas relaciones por culpa de mi estupidez ( Antonio ) nos hallamos en el hospital donde está ingresada la mujer de Luis. Lo que se relatará a continuación, estrechará los lazos de unión entre nosotros cada vez más ( al menos, eso espero :-)
Diálogos entre Luis (primo uno) y Antonio (primo dos):
Luis: ¡Vaya herida que tienes en el codo!
Antonio: Es que hace dos semanas he comprado una bici de montaña y tuve una fuerte caída el día del estreno, con golpe contundente en el cráneo incluido ( suceso clarificador para el futuro de esta película )
Luis: ¿Cómo es que te dió por ahí?
Antonio: Porque dentro de otra me voy a los Alpes con unos amigos, a subir los puertazos que por allí hay y a ver el Tour...
Luis: ¡¡¡ Pero si tú no has cogido una bici en tu vida !!!
Antonio: Ya, pero como tuvieron una baja en su expedición y a mi siempre me gustó el ciclismo por la tele me apunté al tercio ...
Luis : [pensando para él: este tío está chalado]
Antonio va a los Alpes y vuelve de una pieza. Ante las preguntas de Luis acerca de la dureza de los puertos, declara que nada como una subida cerquita de casa, llamada Angliru, a la que le llevó un amigo de Morcín con la sana intención de disuadirle de la bicicleta, donde se supera un MURO increíble gozando de una vista preciosa ...
... Salto en el tiempo. Pasan tres meses. Un soleado domingo, Luis decide ir de “picnic” con la familia a esa montaña que le había “recomendado” su primo Antonio. Comienza la subida y en cuanto supera Vía Pará, queda impresionado por la pendiente, hasta que llega al famoso MURO donde desborda todas sus expectativas. De la bajada, mejor ni hablar ( algún pasajero está a punto de bajar andando ) Como consecuencia, nada más llegar a casa, telefonea a su primo llamándole de todo menos guapo [ Definitivamente, este tío está como una cabra, se dice ]
Pero como todo se pega, Luis se compra una bici de carretera:
talla 60 ( la ignorancia es atrevida, y eso que lleva como mucho una talla 52 ) y a la segunda salida se hacen 100 kms. subiendo Cobertoria, Padrún y Manzaneda ( decisión de Luis ) y como se encontraba bien, Antonio decide ir al Naranco, donde pilla la mayor pájara de su vida ( y eso que puede escribir una enciclopedia con las que ha pillado :-)
Dos salidas después, Luis se lanza a el Angliru ... y casi muere en el intento en la puñetera Cueña les cabres ( para más recochineo, Antonio le hace subir dos veces para sacarle fotos en la Cueña )
...... Corte temporal, marzo del 99. Otro personaje entra en escena, Joaquín. Por la conversación, se deduce que también es “primo” y no familiar precisamente.
Joaquín: Me voy a ir a la París - Brest. ¿Te apuntas?
Luis: Y eso, ¿qué es?
Joaquín: Se hacen unas brevets de 200, 300, 400 y 600 kms.
Luego, si las superas, has de hacer 1.250 kms en menos de 90 horas.
Luis : [pensando para él: este tío está chalado]
Nuevo corte en el tiempo de un mes. Se prepara la primera brevet.
Luis intenta convencer a Antonio para que la hagan.
Luis: Nada hombre, salimos tranquilos y a ver dónde llegamos ...
Antonio: Vale, la de 200, pschee ... la de 300, quizá ... pero las otras ...
Luis: Vamos poco a poco y ya veremos ...
Antonio : [pensando para él: este tío está chalado]
Luis : [pensando para él: estamos chalados]
... Nuevo salto en el tiempo. Joaquín, el “inductor” del tinglado se cae en la prueba de 200 kms. y no puede hacer la P-B-P. Antonio y Luis las finalizan todas, se “calzan” el Camino de Santiago entre medias y se van a las Galias en agosto a realizar la P-B-P, ... acabándola.
Por aquello de seguir la racha, al año siguiente se embarcan en unas rutas por los Pirineos, desde Andorra hasta Jaca, para finalizar con la Quebrantahuesos.
Ante tal proyecto, secundado por veinte personas de su club, el resto de cicloturistas “de postín” de la zona, piensan para ellos:
“Están locos, estos romanos”.
Van, la hacen y la acaban todos los que la empiezan ( exitazo que resquema profundamente a dichos cicloturistas-pro-globeros-élite que, antes, les recriminaban su actitud ).
Por acortar el prólogo, que me parece que va a ocupar más que la propia “pinícula”, ¿qué les quedaba por hacer? Convencer a otros “dementes” y largarse a realizar La Marmotte, ¿no?.
Pues los globeros-pro-élite les intentan disuadir:
“La Cruz de Hierro mata al hombre” ... “No hay quien se la acabe” ...
“Hay que ser superhombres” ...
( todo eso porque ellos habían fracasado allí y no querían ver rebajado su “pedigree” si, unos “chuchos” con “pelos en las patas”, iban y derumbaban el mito )
... Y en esas estaban cuando quedaron con Javier Murillo y Faco, “primos” también, además de otro chavalín de 15 años, para irse a los Alpes la primera semana de julio a realizar “locuras” ... “C’est Fou” ( o como se escriba ) que dirían ( y a fe que lo dirán ;-) los franceses.
Joder, que largo nos está quedando esto. Corto aquí el prólogo.