Sacando pecho
Por Jon Beunza
Decir lo que se piensa es bueno y más si se realiza sin ánimo de ofender e intentando aportar un punto de vista. Siempre he preferido hablar de pasión, ilusión, experiencias, sensaciones, de todo lo que me aporta el cicloturismo. Sin embargo, esta vez voy a dar un paso diferente para dar una visión particular de lo que está ocurriendo en el ciclismo y el futuro que se le avecina.
Hablemos de carretera. El ciclismo de competición ha existido, existe y existirá. Ha pasado por mejores y peores momentos, probablemente ninguno tan crítico como el actual, pero esto ,no va a ser freno para que un deporte de los que tienen todas las letras siga haciendo historia.
Eso sí, a todos los deportes les gusta vivir en un entorno de popularidad, credibilidad y respeto. Este es el pulso, la pelea diaria y algo en lo que actualmente estamos tocados. La responsable de controlar o al menos coordinar todo esto debería ser la UCI pero hasta la fecha se ha enfrentado a los problemas con un colador en sus manos. Me recuerda a una pequeña torre de babel que crea dudas hasta entre su gente y ve como sus teorías y objetivos se diluyen. De todas maneras suya es la tarea de enmendar el rumbo, hay que aprender de los errores pasados y tirar del carro sin retroceder en el camino.
El ciclismo profesional mueve dinero y para cubrir sus necesidades el papel de los patrocinadores es vital. Desgraciadamente vemos como muchos huyen quedando buena parte de esta tarea en las marcas del sector. Aquí tenemos un problema, las marcas del sector tienen que apoyar siempre, pero llevar el peso es otro tema que debería repartirse con patrocinadores extradeportivos. Estamos ante todo un caballo de batalla ya que el grado de salud de un deporte lo vemos tanto en la capacidad de atraer aficionados, cosa que ahora tenemos, como en resultar atractivos a los patrocinadores extradeportivos que normalmente cuentan con mayores presupuestos .El ciclismo debe ser un gran escaparate pero en estos momentos nuestros cristales están empañados y no dejan ver todo lo bueno y grande que hay dentro.
Curiosamente vemos que el cicloturismo vive un camino antagónico al del ciclismo profesional y el número de practicantes no para de crecer. Crece el cicloturismo y crece el uso de la bicicleta en general. No hay que ser un genio para ver que el futuro de la industria del ciclismo de carrretera, pasa en gran parte por los cicloturistas y el cicloturismo, ya que somos los principales consumidores de productos y nadie puede permanecer e invertir en el mercado si no consigue vender. La salud del mundo de la bici pasa por un panorama competitivo claro, sin fisuras y en el que todas las partes implicadas trabajen de una vez por todas en equipo y con sentido común. Pero también pasa por ver, creer e invertir en el cicloturismo y todo su entorno.
Además, el cicloturismo tiene la capacidad de aportar un plus a otros sectores ya que somos gente viajera y eso implique que en mayor o menor medida consumamos y gastemos. Cada vez son más las zonas que han visto aquí una nueva área de negocio y con una inversión mínima se puede conseguir un plus. Baleares, Canarias o Pirineos nos sirven de ejemplo.
¿Qué quiero decir con todo esto? Pues que es el momento de sacar pecho y ser conscientes de nuestra importancia en el panorama ciclista. Buena parte del futuro de la industria ciclista está en nuestras manos y bolsillos y aunque esto no vaya a hacer que dejemos de movernos por ilusión, pasión y porque hacemos y gastamos en lo que más nos gusta, creo que es bueno que sepamos que aquí también nosotros pintamos y mucho.
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